En la vida
cada persona tiene muchos sueños y deseos que cumplir, pasa más del 50% del
tiempo planeado la vida perfecta dejando de lado el disfrutar lo que se tiene.
Yo era así, y
digo era por que estoy en proceso de cambio… cuando me encontraba en la
universidad tenia miles de ideas y cosas por hacer, la idea perfecta de como
crecer, desarrollarme profesionalmente para finalmente decidir formar una
familia, pero muchas de las veces no es así el orden en el que suceden las
cosas, esta es la manera “normal” de proceder y seguir el camino de la vida,
pero quien puede decir que es lo “normal” ; en mi caso decidí hacer las cosas diferentes y
digo decidí por que aunque no estaba planeado tengo que aprender a aceptar las
responsabilidades y las consecuencias de mis actos, al terminar la carrera en
lugar de empezar a buscar desarrollo profesional comencé con el desarrollo
personal, es decir a tener una familia.
En ese momento
lo primero que pensé es quien decidió por mí, que yo debería de comenzar a
tener una familia, la segunda idea que se vino a mi mente fue: como voy a poder ser responsable por alguien
mas si no puedo ni ser responsable de mi misma, y la ultima y mas trabajo me costó
aceptar, que va a pasar con mis planes, en ese momento no tenia ni la menor
idea que podrían seguir con ellos solo tendría que hacerles las adaptaciones
necesarias con el fin de adaptarlas a mi nuevo estilo de vida.
Conforme iba
encontrando respuestas a mis preguntas iniciales, en mi mente surgían nuevas
preguntas y comencé abrumarme, presionarme y amargarme, el brillo y la chispa
en mis ojos comenzó a desaparecer, era una de las etapas más bellas de la vida
y en lugar de disfrutarla buscaba a quien culpar y me escondía en mis
pensamientos. Es verdad que eso no deja
nada bueno y es una pena que no lo haya descubierto a tiempo, hubiera podido
hacer otras cosas, por otro lado lo único que provoco el resentimiento y el
auto-reproche fue crear problemas con mi esposo, pues yo estaba buscando algún culpable.
Al final después de tener a un maravilloso angelito que es un pedacito de mi y
verlo tan tierno y chiquito me di cuenta que tengo que estar bien y no solo por
mi, en ese momento explote deje salir todo lo que sentía, lo que pensaba y que
continuaba guardando dentro de mi, sentí un gran alivio y hizo cambiar mi
perspectiva de la realidad, no puedo decir que tengo la vida perfecta pero al
menos pongo de mi parte para superarla, quien dijo que ser esposa y madre era fácil…
Isabelle
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